viernes, 19 de enero de 2018

A tocar la nieve...

La nieve es un bien escaso. Me hablaron de un documental que vi, en el que se daban explicaciones científicas según las cuales a partir de 2021 comenzará una pequeña glaciación que alcanzará su mayor auge en 2030. Quizá para entonces la disfrutemos más.



                                     


Hasta entonces hay que aprovechar, y como la nieve hay que ir a buscarla decido ir a ver caer agua, que habrá deshielo, e ir a tocar nieve y pisarla, sin idea de rodar mucho por encima pues sufrir y perder tiempo para nada como que no.

Asi que cojo mi querida trail actual y me desplazo 100 kms para ir a disfrutar de las cumbres nevadas y del cielo azul que nos regala el día de hoy.





Después de subir andando hasta el nacimiento del Duratón, hasta donde más cerca me he atrevido con las botas de moto y peso del equipo y aprovechando las pisadas sobre la nieve helada que había, me he ido a buscar caminos y vistas de la ladera norte.

Increíble y emocionante. 





Gracias al cambio de "zapatos" he podido disfrutar de las vistas, y del camino; ¡Qué diferencia las carcasas y dibujos de los neumáticos! He pasado se sentir suavidad en asfalto y dirección perfecta, mejor aceleración y velocidad punta, a tacto blando, rodar blando, inseguro, pero en campo una delicia. Los tacos de la rueda delantera transmiten mucha seguridad y puedes distraerte con la belleza de las montañas nevadas, y la alfombra verde que piso a ratos porque la rueda se clava y sujeta la moto. Otro gallo habría cantado hoy con los mixtos.






"¡Pisada!" Objetivo logrado. 

El caso es que no vas mal. Pero despacio y remando con las piernas. No avanzo y me molesta. Parece que voy sentado en la bici estática de casa. Otra cosa es ir despacio pero sin sufrir y avanzando aunque sea despacio contemplando lo que me rodea. Pero así no. No me gusta y busco mejor terreno. Una cosa es encontrar cachos de nieve y otra es sufrir sobre un terreno que no piso más que una vez cada no se cuanto y que no su conducir sobre él. Que paso.




Preciosa luz.








Cambio de rumbo y me separo de la ladera. LLegan las zonas de alfombra verde, burros y caballos sueltos, por ahí; De película. ¡Como el vídeo de presentación de Honda! ¡Qué bueno!





Tras cruzar la vía del tren llegaré a una cañada espectacular que tomaré hacia donde me dirijo, al este.




Que gozada. Y todo para mi.




Encontraré una vaguada con su aquél. No se ha frenado la rueda delantera por poco. Y como no ha pasado nada, como no ha obligado a parar ni a cambiar de camino, pues fenomenal: riesgo justo para ir sin compañía. A trompicones voy saltando las roderas con su pegajoso barro por zonas. 




Carretera y a la derecha, hacia la estación de la Pinilla y al Puerto de la Quesera. En Somosierra me informaron que estaba abierto.








Y lo está, pero, en la línea que separa Segovia de Guadalajara encuentro nieve. Un funcionario a bordo de una pick up me explica que los caminos rurales asfaltados no se limpian de nieve ni se echa sal en la provincia de Guadalajara. Con la Pampera no me habría pensado al menos intentarlo. Es la segunda vez que llego a este punto, y del que no puedo pasar por el mismo motivo. Y de nuevo, se queda pendiente llegar a Majaelrayo desde aquí. Pero será en primavera. 





Fotos de rigor, porque merece la pena, y vuelta para casa, que he disfrutado muchísimo






De regreso pienso en el sentido que tiene limpiar la carretera desde Riofrío de Riaza al límite de la provincia, si la otra provincia no limpia. Guadalajara queda mal por no hacerlo, Segovia ha gastado más de lo debido pues ¿de qué sirve? Administraciones...







Disfrutando de la nieve... from Jesus A on Vimeo.

domingo, 14 de enero de 2018

Algo de barro...

Frío.

Anuncian nieve, como los días de la famosa nevada en la AP VI. No resulta tanto, pero, hace frío y ayer sábado estuvo lloviendo desde la una hasta la noche. 





Amanezco desmotivado como consecuencia del frío, que no es momento de irse lejos a buscar lugares y pasar el frío de la autovía. Para el domingo anuncian más frío, además.

¿Saco la bici? Estoy por irme con Manolo, pero, pedalear con barro... Buajjjj. Eso de que se quede la zapatilla hundida, no te des cuenta y pises en el barro con el calcetín... Buajjjj.




El caso es que la indecisión me deja en casa, le ofrezco al Enano pasar la mañana por el Rastro con los cromos, y fin de la historia. Mejor día vendrá. Y Manolo marchó con su Azul.




Pero, como, termio las "labores propias de mi sexo", veo un rayo de sol, y a las tres estoy con las botas puestas.




Me voy por los alrededores, me llevo la cámara porque siempre me gusta llevarla aunque no llevo ganas de hacer fotos a lo de siempre. Pero llego al primer barrizal y me lío: total, no tengo fotos de barro desde hace tiempo.



¡Qué cambio de tiempo de la mañana a la tarde! Pega el sol, ya se ve el verde en los campos, y resulta plancentero, pero, me faltan los tkc 80. ¡Joroba!¡Hoy sí que sí!

He cogido un desvío que llevaba tiempo viendo. Me ha encantado la pista. Luego he enlazado con otra que ha bajado a unos olivos, y como temía, el terreno estaba más blando. He tenido una buena pelea con la rueda delantera, y me ha tocado sacar barro con un palo del guardabarros delantero. No ha sido un problema ni nada costoso por la prudencia tomada, ya que a la primera que he notado el pegajoso barro, me he puesto a ver dónde daba la vuelta. 

He llegado a Valdilecha y por caminos conocidos a Chinchón,. Zona más alta, y chaparrón. ¡Cagoenla! Una sola nube, a su bolita, ha calado el terreno en nada. 

Como es costumbre, pastas de anís, lavado de moto y para casa, tirando la última foto a verde valle.

Algo me he llevado de moto y campo, al final,