viernes, 20 de marzo de 2015

Pistas del Oeste: Transalp.

Hoy he recorrido las pistas de aquella prueba de Motociclismo cuando apareció la primera Transalp; No se cuántas veces pude leer aquella presentación de dos números. Me entraron ganas de conocer el circuito que hicieron y que la noche incluía parte del recorrido, haciendo mención a las sensaciones de circular en el campo, en la oscuridad, entre aquellos pinares, con las sombras que creaba el excepcional faro de la moto; Igualmente recuerdo la parte aquella de que la "pobre" moto se cayó por un barranco, quedó destrozada, la subieron pasados unos días y sin embargo arrancó, dejando de piedra a todos.






Y ahí he estado hoy, casi treinta años después de aquella prueba, con el último modelo que Honda ha diseñado de esta conocida moto, rodando por este terreno perfecto para un vehículo de este tipo.





La previsión de la página del tiempo por la que me guío ha acertado de pleno: El viernes por la mañana no debe llover por esta Provincia vecina y en todo caso puede caer algo a partir de la una ya en la Capital.






Manto verde fuera del asfalto, ocres, rojizos, arroyos, bajadas de agua como esperaba y el terreno perfecto a pesar de las lluvias.





Ya no lo conozco como antes, se me han olvidado las entradas y salidas y desvíos, por lo que no he pasado por donde quería, me he saltado algo que deseaba visitar, pero también he conocido una pista que no había hecho nunca y en la que he encontrado un lugar donde el torrente cubría unos buenos metros el camino para luego caer el agua por la derecha barranco abajo.





Tras parar a tomar café a sotavento de un refugio, donde todavía queda algo de nieve, encuentro a una pareja en un Montero con un perro, y que me darán conversación; El es otro motero con una XC 800 actualmente y una 250 EC, y mira tu por donde también aficionado a las clásicas con una Cota, una 348 para envidia sana mía.




Pocos llanos; Esto es un sube baja como si fuera una montaña rusa. El terreno blando, en alguna pendiente había que frenar con cuidado, y se mezclan los tramos de piedra agarrada, de surcos o de raíces.










Cada día más asfalto, lamentablemente, pero el descenso resulta relajante.




Paseo.




Y continuo el descenso hasta el pantano para seguir un poco, parar a tomar el picoteo que llevo...





... cuando encuentro esta imagen y volver por carreteras retorcidas, atravesar el pesado Galapagar,  hasta casa.





280 km de placer y que sigue dando esta máquina que hoy tengo como hace treinta años

viernes, 13 de marzo de 2015

Recreándome en la soledad

Hay ciertos temores que me vienen a estos años cuando hago estas salidas, y que años ha ni se me pasaban por la cabeza.





Nos hemos acostumbrado a los móviles, que para poco valen si pasa algo porque te has comido la batería con aplicaciones varias, y cuan quieres llamar..., pues no puedes. Así pues, llevas batería de repuesto y vigilas la cobertura.





Reparapinchazos, bebida y comida, buen abrigo, brújula y gps, además de mi navaja y que Ella sea lo más pequeña y ligera.





Extremando el cuidado con el ritmo, me pierdo por estas tierras, no lejos del pueblo, pero, donde siempre encuentras un camino nuevo que ayudará a ir estableciendo cortas rutas que te lleven al siguiente valle, donde,seguro, por algún lado aparecerán los restos de otros castillos.






Hacía muchos años que no subía a este pico. ¡Que panorámica!






Pero, el viento aquí arriba resulta incómodo para comer el bocadillo, almendras y mejillones que llevaba a la espalda. Será más abajo.







Como la subida, la bajada la hago despacio, pues la última vez me lleve un buen susto sobre la Africa Twin con dos gamos que no se me llevaron de milagro. 

Este camino es nuevo y recorre un valle que desemboca en "La Peña", lugar harto visitado peo que no cansa, y ahora desde una nueva perspectiva.






Buenos rincones donde calmar el apetito y mirar.





En una ocasión subí con la Cota a estos corrales que hay en lo alto, donde incluso he encontrado muestras de que este lugar se sigue utilizando creo que por ganado, pastor y perro.

La subida es como es, como se ve, pero, este cacharro sube por donde sea sin el menor esfuerzo,







Tenía que haber comido aquí






Voy de vuelta, y ya que he ido a salir por ese lugar, utilizaré la senda del "Colmenar" de la familia para regresar al pueblo. 





Más de 200 kgs pasan por aquí bien, pero con la Pamperita, además de sentarte si quieres a diferencia de la Cota, puedes distraerte lo que quieres y parar y arrancar sin mirar donde conviene dejar los dos cilindros.






Ya llego. LLevo tres horas al aire y al sol en una buena mañana que empezó gris pero el sol se dejó ver y no ha hecho frío. Pelín de viento nada molesto salvo en El Pico, 





Muros de corrales y refugios de hace muchos años; Me llaman mucho la atención estas construcciones; Me llevará otra hora llegar a casa con las paradas marcadas por el sentimentalismo.





¿A quién he encontrado? Fuera de los dos pueblos que he cruzado, una mujer de mediana edad de paseo por la carretera y trabajadores en los tractores que llevarán las tierras de sábete cuanta gente y que dure para que puedan seguir dedicados a esto, aunque me temo que las cuotas europeas nos están matando, costosísima maquinaria, el frío que hace que no asome la cabeza nadie fuera de casa y si no que aquí no hay provenir alguno para los pequeños. Mierda puta.





viernes, 6 de marzo de 2015

Trescientos cuarenta y nueve

¡Menudo día de invierno, claro, frío a primera hora y caluroso a partir de las once de la mañana!






Los cero grados me han acompañado un par de horas, pero gracias al sol y a esos guantes conectados a la batería, se ha hecho llevadero.El lugar a explorar se encuentra lejos. Una vez allí te puede defraudar la constante prohibición para poder acceder a lo verdaderamente importante, pero, no solo sobre un vehículo, sino también andando; Sin embargo, el bucle merece la pena, pues, la carretera de tercer orden y las pistas concéntricas al lugar prohibido merecen la pena y mucho.





"Prohibido circular a pie". No había visto nada igual hasta hoy que yo recuerde. La moto no ha rebasado ni un centímetro cualquier señal que he encontrado informando de que no deben pasar vehículos a motor, pero, a pie no he cumplido; No me cabe en la cabeza que caminos con tierras cultivadas a derecha e izquierda, no sean transitables a pie y una vez allí no era cuestión de ir a buscar la autorización necesaria para poner las botas sobre el terreno.

En este lugar dejo la moto arriba, en el parking y me bajo caminando. Unos tres km habré hecho ida y vuelta y con el café caliente y la caminata el cuerpo ha entrado en calor. Una pena que no haya pasado el tren en ese momento. Igual tienen que bajar los pasajeros y empujar para no molestar a la fauna y flora.





Al fondo la sierra de Urbión; Cielo azul y vista clara. Varios corzos me han alegrado las horas en varias ocasiones.






Segovia, Soria, Burgos. Los carteles de estas provincias se me mezclan. He debido entrar y salir de cada una de ellas en más de una ocasión, y encontrado cruces constantemente de carreteras hacia una capital u otra.











Por mas que intento colarme legalmente resulta imposible, y para acercarme a pie siempre queda alejado el cortado para darme otro paseo con las "botitas"; Hasta que lo consigo caminando en un recorrido de seiscientos metros ida y vuelta; Pero cuando llego al cortado veo que no es el centro de las hoces, aunque, bueno, no está mal. Tampoco en bici se puede pasar, En verano parece que si, supongo que cuando ya se ha reproducido todo bicho viviente de la zona.







Sin embargo estos bichos parecen estar acostumbrados a que nadie les haga daño. Por fin, se echa a volar cuando tropiezo con una piedra y parece que el ruido le asusta. Por supuesto le he pedido perdón a él y a todos los que sobrevolaban la zona. 







Es hora de comer. Y encuentro un lugar agradable con merendero: mesas de madera pegadas al río, columpios, fuente,  manantial, camino marcado, todo limpísimo para hacer que te quedes ahí, pero cuando recoges caes en la cuenta de que ¡¡¡¡ no hay papeleras!!! Por supuesto allí no dejo resto alguno pero era para haberlos llevado allí donde extienden las autorizaciones y dejárselos encima de la mesa.







Es hora de volver, con calma, por esas carreteras por las que pasé en una ocasión cuando compré esta moto, aunque me desvío y recorro otra nueva en peor estado: ¡una gozada!












¡Por favor que no arreglen estas carreteras nunca! Exagerado, pero, eso, que no les quiten las curvas ni las ensanchen y que vuelva los quitamiedos que se ven en la imagen, pero coloquenlos mas cerca unos de otros que la moto pasa entre ellos y te vas para abajo.







El dia primaveral que queda, pero con esa claridad de la atmósfera de invierno, y con la vista en la nieve al frente hace que no pase de 100 / 110. Regreso con toda la calma disfrutando del paisaje.








La Pinilla, Somosierra, Navafría, al fondo a la derecha, lejos, Mujer Muerta, y el terreno verde entre cada pico y yo. ¡Han merecido la pena los trescientos cuarenta y nueve km recorridos!