domingo, 24 de febrero de 2013

Natalia

Fin de semana de bautizo, celebración familiar con merienda cena en un salón que ya quisiera yo para mi en la planta baja de una casa grande de pueblo, y leche frita como ninguna de postre.




El nombre del pueblo donde se celebraba hacía honor al tiempo y temperaturas vividas este fin de semana, que por otra parte nos ha dejado unos bonitos paisajes. Y aunque las vistas son conocidas, ni me canso de ellas ni mucho menos podía perdérmelas con nieve.





Acerté a llevarme la nueva moto que he comprado: una Beta de trial con la que comienzo un proyecto que el tiempo me dirá si es un acierto o me equivoco. Me ha costado arrancarla supongo que por el frío o algún sobrino o cuñado travieso que le ha dado vueltas al acelerador en parado. Y cuando iba a dejarla ya cansado de darle patadas arranca, y comienzo el paseo en busca de nieve pues la había pero por zonas.





Los setenta kg se mueven que da gusto; Las piedras agarradas o sueltas pasan desapercibidas gracias a sus blandas y absorbentes suspensiones; Puedes centrarte en el paseo, en el paisaje de pie, en posición casi estirada y en cuarta incluso, pues menuda fuerza tiene tiene el motor.






En esta ocasión, ante este cortado me he quedado un buen rato mirando y buscando distintas perspectivas, pues sólo recuerdo haber visto la nieve así, con partes sin ella, otras que sí, los claroscuros de la roca, ..., no se, en alguna película. ¿Tontería? Es posible pero allí he estado entretenido con la vista.





Un rato jugando en una falta ahora para arriba, ahora para abajo, comprobando lo fácil que resulta todo. No es ir rápido lo que quiero, ni hacer figuras, tan sólo pasear y jugar subiendo cortados de los caminos y monte para arriba sin límites; Un golpe de gas, se levanta la rueda y el obstáculo que encuentras queda atrás.



Añadir leyenda



Y tras bajar por una empedrada cuesta, ver los vuelos de los buitres bien abrigados con sus plumas, y a los que el frío no les debe hacer llorar los ojos y ver más mal que bien como uno que yo me se, me acerco a la siguiente hoz donde terminaré la salida tras hora y media de lento avance y jugueteo.








Esta será la foto de la semana en el ordenador del trabajo, para esos momentos en que buscas algo para reprimirte y estar calladito.





¡ Qué frio ! 



Desde aquí me vuelvo pero con la idea de hacerlo por carretera. Quiero probar la vuelta por carretera con esta moto que ya matriculada, espejos y luces se librará de llamar la atención a quienes te pueden parar.





Una sorpresa, pues hasta la carretera ir sentado  no resulta tan incómodo como imaginaba; Habrá que hacerse con el sillín que venden para este modelo. Una vez en la carretera, esos kms de vuelta hasta casa se hacen muy bien; Sin cuenta km calculo que a 70 / 80 la moto se defiende estupendamente para regresar desde donde dejas el campo.






domingo, 10 de febrero de 2013

Castillo de Monreal.

Bien, ya tengo el camino por campo desde la A III al castillo de Peñas Negras; Hoy he hecho la segunda parte, desde el Castillo de Oreja a Castillo de Monreal, en compañía del anciano Enrique que a lomos de su Gs se siente feliz.





Me ha costado y podía haberme salido a la primera pues este es el camino que parece más fácil para hilar sobre el google earth, pero bueno ya está: Lo tengo. La parte de hoy tiene unos km en los que se ha asfaltado el camino, y plantado árboles en sus orillas en una zona que nada obstaculiza a la vista, cosa curiosa. Bien están esos pocos kms para el servicio agrícola, y enseguida ..., el campo otra vez.





El camino ha sido muy sencillo salvo por  una cuesta larga y pronunciada y otro pequeño tramo, también en pendiente, en el que el terreno se encontraba algo jabonoso para los mixtos de la GS por el relente de la noche.

LLegamos al pequeño embalse de la zona con merendero en el que nuevamente paramos a quitarnos un poco el casco, y...







.. cosas curiosas que ocurren








A partir de aquí era nuevo para mi, y deseaba no fallar a Enrique que parecía disfrutar, y que ni vallas, ni campos arados de más, impidieran mostrar al compañero al pequeño lugar con historia al que nos dirigíamos, y que como  profesor,  igual le podía servir como aventura para sus pequeños alumnos.






La Gorda y la mediana, disfrutando de las pistas y del profundo horizonte, o los dueños disfrutando del incipiente verde que resultaba una auténtica alfombra.


Seguimos






Y ahí se encuntran  a la vista las lagunas, y por tanto el castillo a su derecha








Tranquilidad en la ruta. Enrique ha gozado con su moto por estos amplios caminos, por la posibilidad de conducir relajadamente mirando al fondo a no se que bajas revoluciones que su 1200 le permite; Y no para de repetirlo;







Al fondo el Castillo. Luego, de cerca, el amigo Enrique demuestra lo """ unido""" que siente a su amada moto: no le convenzo para subir a pie para disfrutar las vistas. Los años.





Sin embargo sí parece animado a bajarse de la moto, sin retirarse mucho de ella, para visitar las casas subterráneas dos km más abajo, a la altura de las lagunas.








Asi que le cuento la "peli" de las casas citadas, y se anima a subir, bajar y meterse incluso.




El salon comedor





Foto del hogar desde el lugar que ocupaban los animales






Y ya de vuelta a casa, meto a Enrique por un caminejo poco visible, con mucho verde en el que en una pequeña subida los " jindenu" empujados por los 100 cv de la "Geese"le gastan una pequeña broma; Pero todo sea por sentir las paredes que le quedan al Castillo más de cerca.





Hasta la próxima




lunes, 4 de febrero de 2013

Grupo, niebla y trampas de barro

Salida en grupo con más gente de la esperada, pero también con su parte de placer.





El compañero de la Transalp 650 azulona, D´ani ( de Aniceto) encuentra una trampa pero ya en el suelo, lo que le obliga a marcharse y conocer en el hospital que tiene rotura de un hueso del tobillo. Mala suerte.




Se trata de la ruta de las fuentes.






Algún paso entretenido, aunque sin complicaciones que ninguno buscamos.





El apasionado Jan, buena persona.






Pero lo mejor del día fue la niebla. Este meteoro dio un aspecto de película de duendes increible, y curiosamente el terreno no estaba "jabón".





Precioso rincón.





La niebla por esta zona más espesa, no se veía; Mejor si gafas y vigilando posibles trampas que hicieran patinar la rueda delantera.







Pedro "Suzuki", toda una leyenda






Y el  barro, que jugó un par de malos ratos a Eduardo ...





... mientras otros disfrutaban








Por último Ramón, con su rodilla mala, haciendo esfuerzos para no apoyar en el suelo y emperorar las cosas.


Una estupenda mañana que terminó en Aranjuez tomando algo y vuelta a casa a comer.